martes, 25 de septiembre de 2012

El precio del espectáculo


Y digo yo que rodear todo el entorno del Congreso de vallas, cubrir el cielo con una flotilla de helicópteros como si estuvieramos rememorando la II Guerra Mundial, dejar sin cobertura los móviles con inhibidores y colocar como soldaditos de plomo a cerca de 1500 efectivos... resulta un poco exagerado, ¿no? Además intuyo que no debe resultar barato este espectáculo que, por cierto, pagamos entre todos. ¡Qué inocencia la mía, que sólo he visto una multitud aparentemente tranquila, sin violencia ni armas en mano, manifestándose uno al lado del otro en aparente son de paz! Espero que pronto se nos declare la tregua a nosotros, los sufridos vecinos del barrio, y que helicópteros y sirenas nos concedan una noche tranquila... :(

sábado, 18 de agosto de 2012

Apuntes sobre África

 

 Breves anotaciones en el camino

 

 
En el aeropuerto...  
 Cuando mi abuela era muy pequeña, su familia emigró a la África negra para intentar una vida mejor. Allí vivió cerca de veinte años y de allí son todos los cuentos con los que yo he crecido. Desde niña ese continente olvidado me parece el lugar donde el mundo sigue siendo mundo... donde la naturaleza lucha consigo misma y gana siempre, donde subsisten las grandes lecciones de humanidad y de realidad. El lugar donde, sin haber estado, siempre he querido volver...

 

Recién llegada...
No llevo en Gambia ni un día y ya me planteo quedarme eternamente... Qué forma de sonreír, qué gente tan especial, qué maravilloso el sonido de la selva... He conocido al brujo del Bosque Sagrado y a sus 96 años me ha leído la mano. Dice que este viaje ya ha empezado a marcar mi destino para siempre... :)
 
 En el camino...
Y aquí estaban todas esas historias... el lugar donde los recuerdos son presente y las tradiciones te llenan de vida. Hemos recorrido la jungla en Senegal, atravesado el bosque mágico de Gambia, charlado con un chamán, compartido la sonrisa de los niños cuando se descubren en una foto, jugado con bebes leones, hicimos llorar a pequeños que ven a una persona blanca por primera vez, el espectáculo de la pesca, los proyectos de los cooperantes, las playas paradisiacas, el ferry, el safari, las niñas que agitan sus manos con sus hermanos a hombros, las noches con el cielo más estrellado del mundo... la magia, los sueños, la tierra roja donde cada día no puede ser más feliz... 
                                        
 
Gambia... la sonrisa de África
Gambia es mucho más que el país más pequeño de África. Es mucho más que su naturaleza pura, sus paisajes vírgenes, sus tradiciones y sus leyendas, su amabilidad constante, sus ritos, sus sueños, sus calles... es mucho más que las noches de la traída de la pesca que esperan cientos de familias a pie de playa, va más allá del chamán de 96 años que habita en el Bosque Mágico y te anima al futuro, que el Safari donde los leones se convierten en ternura, que las calles encharcadas de Banjul, que los niños que corren con todas sus fuerzas sólo para tocarte el corazón... Gambia es la sonrisa de África porque, simplemente, te llena de magia por dentro. Inolvidable.
 
  ... Planes
Hace unos cinco años una mujer maravillosa salida del corazón de Guinea llegó para explicarnos que era una pieza fundamental de nuestra familia... el vértice de muchas raíces que quedaban por descubrir. Esta misma mujer me escribió hace unos días, mientras yo pisaba tierra roja, que lo tengo dentro... "es el motor de aventura. Viene de la sangre, tus antepasados embarcaron en una aventura que tu contarás al mundo y en la que tú te estas embarcando". Sábado de investigación, anotaciones, fotos viejas y casualidades... Buscando al bebé de esta foto, cincuenta años después.
 

domingo, 15 de enero de 2012

Palabras con D. Manuel...



 No compartimos ideas, pero sí grandes conversaciones. 
¡Gracias por sus debates y por, sin dudarlo, contestar a mis cientos de preguntas!


En septiembre del 2008, con él sentado frente a mí, empecé a transcribir una entrevista que... cuatro años después... aún no he terminado. Y no la acabaré esta noche.. estoy segura. De aquella primera charla salí más desconcertada de lo que había entrado, convencida de que si un orgulloso ministro de Franco se sentaba en un despacho del Senado es que algo estaba pasando en el sistema democrático español. Y sí... algo había pasado: el tiempo. 

D. Manuel, lo dijo Santiago Carrillo esta noche al saber que su contrario había muerto, fue un hombre con "talento para adaptarse a los tiempos y que pese a su papel en el franquismo desempeño una labor positiva en la aprobación de la Constitución. Fue Fraga -recuerda D. Santiago siempre- quien cuando yo era un hombre muy mal visto en el país todavía me presentó en el Club Siglo XXI a algunas personas que incluso abandonaron el lugar en ese mismo momento". Porque dicen que D. Manuel nunca tuvo miedo de hacer lo que sentía. Un hombre que, pese a los amigos y a los enemigos, logró torear en primera línea de poder durante más sesenta años. Quizás no siempre fue un buen demócrata, pero sí un excelente político. 

En lo personal... Manuel Fraga me planteó decenas de contradicciones que todavía arrastro, y que me aportaron mucho. Me obligó a pensar, me exigió dudar. A él le recuerdo luchando con su propio cuerpo cansado, obligándose a madrugar enérgico, ansioso por leer antes que el mundo la prensa del día porque, decía, esa es la labor de un político de vocación: tener la necesidad de saber que pasa en la nación para pensar como mejorarlo. Pese a su caracter fuerte, sus salidas de tono, sus gestos desproporcionados y un carisma que hacía temblar por igual a empleados, periodistas y políticos... D. Manuel Fraga fue para mi un baúl lleno de historias que nunca dejaron de interesarme. Jamás se negó a contestarme a una sola pregunta y me hablaba con todo detalle de sus a veces tensos encuentros con Franco, de sus trascendentales charlas con la familia Borbón, de los abrazos, las polémicas y las bromas con Carrillo, de su relación con los suyos... y de lo único que provocaba que le temblara la voz: su pasión por Galicia. D. Manuel fue para mi mucho más que una lección de historia... un hombre que consiguió casi todo cuanto se propuso... una persona a la que, como dice de él Felipe González, "le cabía el Estado en la cabeza". Y que siempre estuvo dispuesto a compartirlo.

En cualquier caso, desde su primera gran cita con la política como ministro del franquismo en el 62 hasta su retiro como senador el noviembre pasado, Fraga siempre fue un político a tener en cuenta para su partido y para los contrarios. Y guste o no, es innegable que sesenta años de política activa, en dictadura y democracia, no se firman sin su nombre. Siempre se adaptó a los tiempos, pero nunca perdió sus referentes ni hizo nada que realmente no pensara, "jamás traicioné a mi nación y me adapté a las situaciones para defender mi vocación, la de tomar decisiones que mejorasen la realidad que en cada momento estaba viviendo España". 

  
 "Casi es preferible morir antes que arrastrar una vejez ociosa"
 
 «¡No!. No quiero que se me recuerde como un franquista. Yo era un niño cuando la Guerra Civil. No participé en la guerra ni mucho menos alenté la instauración de ese sistema de gobierno. Es más, como ministro de Información, solo contribuí a que se usase lo mejor posible. Solo cabía la posibilidad de hacer política desde dentro del sistema. Pero, ¡ojo!, nunca fui un servidor de la dictadura, sino que usé esa posición privilegiada para tratar de mejorar las cosas. Es verdad que había que hacer unas cosas que, claro, incluso llegué a lamentar, para poder hacer otras».

«Yo, calzón de lana. Así vestido, o desnudo, ocupé, con motivo del famoso baño de la playa de Palomares, la portada en The New York Times.». 

jueves, 5 de enero de 2012

Noche de Reyes



Para él son todos mis deseos de esta Noche de Reyes.
Por enseñarme tanto. Por regalarme tanto.


La Noche de Reyes siempre me ha quitado el sueño... De niña por los nervios de la ilusión, por las luces que desde la calle prometían que el cortejo real llegaba ya a mi ventana...; con los años, las noches en vela confesaban alguna que otra fiesta improvisada en Pontevedra y siempre buena compañía. Hoy, con más motivo que nunca, mi insomnio tiene una cara y un nombre. Este muñeco tiene seis años, la ilusión clavada en los ojos... y una historia tras de sí que podría llenar cientos de páginas. La realidad le ha obligado a ser adulto, y la responsabilidad que exige su vida ha hecho que su inocencia salga corriendo. Con tristeza seguramente, también con alevosía. 

Su historia, en cambio, se resume rápido. Este niño nació en Madrid y seis años después se quedó solo. Su nacimiento pedía a gritos ilusión, pero sobre todo salud. Y los deseos, aún juntando todas las fuerzas, no siempre se cumplen. A los pocos meses de nacer se le detectó una terrible enfermedad que sufren alrededor de 70 niños en España. Su caso empeoró, los tratamientos no funcionaron y una delicada situación familiar obligó a los suyos a regresar a su lugar de orígen recordando, en la distancia, que en un hospital de Madrid continúa su hijo de seis años. Él se quedó solo. Desde entonces, decenas de personas de forma voluntaria y altruista comparten su vida y su tiempo con él... hacen turnos, le llevan regalos y le arrancan sonrisas por cientos. Porque él es así, no está dispuesto a perder su sonrisa... aunque le sobren los motivos.

Hace algunos días que le convencí para que me contara un secreto: un deseo, el más fuerte, el más íntimo, el más inalcanzable. Él, mimoso, acercó su boquita para hablarme al oído y me dijo que su mayor deseo era no quedarse ni un instante solo, que siempre estuvieramos a su lado para recordarle que nunca íbamos a abandonarle. Le expliqué, diplomática y compungida, que los mayores tenemos que trabajar, que tenemos que pasar tiempo con nuestros amigos, atender las casas, que vivimos rodeados de ineludibles obligaciones... Me miró y señaló a su alrededor, resignado por mi ignorancia terrible... sin darme cuenta que él  ya tenía la fórmula para conseguir su sueño. Y me complació con el razonamiento más convicente del mundo. "Tú siempre estás aquí, -me dijo con una inmensa sonrisa-, porque encontré la forma de que cada minuto, todos, estéis a mi lado". Y me enseñó, con la ilusión atrapada entre sus manos, que todo es mucho más fácil cuando se sueña desde el corazón de un niño. Su habitación está plagada de fotos que le acompañan todo el tiempo y que recuerdan los mejores momentos que ha vivido este año; la gente a la que de verdad echa de menos, los profesionales y voluntarios incondicionales que a lo largo del 2011 le han rebozado en besos y abrazos tratando de cubrir un vacío que, en realidad, llena él solo con su capacidad para invadir la realidad de esa ilusión implacable que sólo tiene la mirada mágica de un niño.