El 7 de noviembre de 1994 fue el último día que Lucía M. esperó impaciente que Martín L. la besase en la frente antes coger las llaves del coche y salir hacia el trabajo. Lo recuerda bien, la lluvia caía fuerte contra los cristales mientras ella escuchaba el sonido de la cafetera vibrar en la cocina. Lucía M. se levantó apenas una hora más tarde. Aún sentía el café caliente en la taza sonó el teléfono. Sonrío al imaginar que, tal vez, Martín V. la extrañaba en su oficina.
Tan solo sesenta minutos antes, Lucía M. esperaba impaciente que Martín V. la besase. Lo recuerda bien, cada instante. Aquella mañana fue la última que Martín L. despidió con un beso en la frente a Lucía M.
Ella recordó aquel momento con detalle durante el resto de su vida.
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